La calma


esperanza en media hora nunca tuvo tu nombre ¿quedamos?

antes nunca pronuncié su terrible ¿seré inconveniente?

levedad lo bonita que eres ahora sólo acierto

a cerrar la grieta del cielo.

mientras otros se engañan en tejer redes de pieles

que no se mojan se pliegan ante el ya de los cincuenta

años de mi madre al son de la atardecida

y al recordar que te perdí un poco.